Abres la ‘app’ y pides los alimentos que te da pereza ir a comprar. Al instante, el repartidor robótico sale del gigantesco edificio en el que convive con sus congéneres y, en unos minutos, lo divisas sobrevolando tu jardín. Tras esquivar a un pájaro que se cruza en su camino, el vehículo aéreo no tripulado lanza un paquete que se posa con suavidad en el suelo gracias a un paracaídas. Tu compra acaba de caer literalmente del cielo . Un dron de amazon